Autoestima psicólogos valencia

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es uno de los temas que más interés suscita tanto en el ámbito académico como en la población general. Lo cual no es de extrañar ya que se trata de un aspecto central de la identidad y del bienestar personal. Debido a su relevancia en el funcionamiento óptimo, estamos asistiendo a un crecimiento exponencial de publicaciones y de libros de divulgación cuya revisión nos traslada un panorama confuso y muchas veces superficial de la autoestima y su relevancia.

En la autoestima podemos distinguir tres componentes distintos:

  • Cognitivo: Se refiere a los pensamientos y juicios que hacemos acerca de nosotros mismos, por ejemplo: “soy buena persona”, “soy un inútil”, “no sirvo para nada”, etc.
  • Afectivo: engloba los sentimientos y emociones que albergamos sobre nosotros y nuestra valía, por ejemplo: orgullo, ternura, vergüenza, culpa, etc.
  • Conductual: alude a cómo nos tratamos a nosotros mismos, por ejemplo: nos mostramos sumisos en la relación con otros, cuidamos o descuidamos nuestro aspecto, reclamamos nuestros derechos, etc.

Existen muchas definiciones distintas de la autoestima, cada una de las cuales enfatiza más uno u otro de estos componentes y su importancia relativa en nuestro bienestar. De este modo, en términos generales, se puede considerar que la autoestima es la actitud que mostramos hacia nosotros mismos y que engloba tanto lo que pensamos acerca de nosotros, como lo que sentimos y cómo nos tratamos.

La autoestima saludable es aquella que nos permite una valoración ecuánime de nuestras cualidades y comportamiento y nos vincula con acciones constructivas para cimentar nuestro bienestar. Las personas con una autoestima sana son aquellas que son capaces de reconocer sus fortalezas y debilidades, se aceptan como son, establecen relaciones interpersonales equilibradas, se ocupan de su bienestar y se cuidan.

El desarrollo de la autoestima se inicia en la infancia y se va consolidando en la adolescencia de forma que tiende a mantenerse relativamente estable cuando alcanzamos la adultez. Esa estabilidad es relativa, ya que puede mejorar o empeorar a partir de las experiencias vitales y es lo que nos da un margen de oportunidad para su mejora.

 

 

Los problemas en la autoestima

Hasta hace poco, la autoestima se ha contemplado desde una perspectiva muy simplista, considerando que la autoestima alta era algo favorable, y que el único problema que había que combatir era la autoestima baja. Sin embargo, la investigación nos ha permitido comprobar que se trata de un asunto bastante más complejo.

La revisión de las características de la autoestima nos permite identificar al menos tres tipos de problemas:

  • Autoestima excesiva o inflada: Se trata de personas que tienen una visión positiva desproporcionada de sí mismos y se consideran superiores a los demás. En su forma más patológica, forma parte de la personalidad narcisista.
  • Autoestima contingencial o condicional: Se trata de personas que se valoran en función de sus resultados o de la valoración de terceros, de forma que cuando consiguen sus objetivos se consideran valiosos, pero se autodevalúan y desprecian cuando fracasan o no son valorados por personas significativas de su entorno. Pueden pasar de la autovaloración a la autodevaluación a partir de un hecho singular (por ejemplo, suspender un examen, recibir la felicitación de un superior o la crítica de un amigo), o valorarse únicamente por un aspecto, pasando por alto el resto. En los trastornos de la conducta alimentaria suele apreciarse ese problema, las personas suelen valorarse globalmente y de forma extrema por su apariencia física.
  • Autoestima baja: Es la forma más popular y conocida de problemas de autoestima. En este caso, la persona tiene dificultades para valorarse, quererse y cuidarse, se considera inferior o poco importante, tiene una pobre opinión de sí misma, se autocritica, no se gusta y suele exigirse más a sí misma que a los demás. Las personas con autoestima baja presentan una mayor vulnerabilidad a un amplio rango de problemas de salud mental (depresión, ansiedad social, abuso de drogas, trastornos de la conducta alimentaria, etc.).

Consecuencias de los problemas de autoestima

La investigación sobre problemas de autoestima ha mostrado una relación bidireccional entre los problemas de autoestima y los de salud mental. Por un lado, pueden predisponer a alteraciones y trastornos emocionales, por otro, la autoestima puede verse alterada por procesos psicopatológicos diversos.

Los problemas de autoestima pueden ser causa o consecuencia de los problemas de salud mental. Así, una baja autoestima persistente puede predisponernos a sufrir episodios depresivos, pero también las personas que sufren depresión suelen presentar problemas de autodevaluación, de hecho, la baja autoestima está considerada como un síntoma de la depresión en las principales guías diagnósticas (DSM-5, ICD-10).

Sabemos que la autoestima saludable es un elemento que contribuye a nuestra estabilidad personal y a nuestra capacidad para afrontar las dificultades vitales. Por ello, cuando se detecta un problema de autoestima, es importante hacer una valoración completa del problema tanto para determinar problemas asociados, como para establecer la relación de éstos con las alteraciones de la autoestima detectadas.

Los problemas de autoestima pueden considerarse un síntoma, que puede formar parte de un cuadro psicopatológico específico (ansiedad social, depresión, etc.) o una característica personal que puede predisponer a diferentes patologías.

Por qué tenemos problemas de autoestima

Dada su complejidad, no es de extrañar que no sea posible identificar una única causa en los problemas de autoestima, pero en todos los casos se identifican tres aspectos:

  • El origen, es decir, cómo se formó la autoestima de la persona y qué aspectos fueron disfuncionales, por ejemplo, experiencias negativas en la infancia (criticismo excesivo, pautas de crianza deficientes, problemas de apego, etc.)
  • El desencadenante, es decir, qué acontecimientos vitales iniciaron reacciones emocionales y comportamientos disfuncionales, por ejemplo, relaciones interpersonales tóxicas, bulling/mobbing, fracaso académico o profesional, problemas de salud incapacitantes, etc.
  • El mantenimiento, es decir, las dinámicas internas y externas que prolongan esos comportamientos y los sostienen en el tiempo, por ejemplo, perfeccionismo excesivo, autoexigencia rígida, excesiva deseabilidad social, apoyo social deficiente, etc. 

¿Te sientes identificado?

Cómo trabajar psicológicamente la autoestima

Por fortuna, contamos un enorme arsenal de técnicas psicológicas para mejorar la autoestima, pero es importante considerar dos cuestiones:

  • Los condicionantes de la autoestima, es importante determinar si hay problemas añadidos (depresión, ansiedad, alteraciones de la personalidad, trastornos alimentarios, etc.) y cuál es la relación éstos con los problemas de autoestima. En ocasiones será necesario trabajar la autoestima, en otras será necesario incidir sobre las dificultades que la están condicionando. La terapia de la autoestima debe desarrollarse tras un diagnóstico adecuado y una cuidadosa valoración de las variables implicadas.
  • El objetivo es promover una autoestima sana, un sentido equilibrado de la propia valía personal que nos ayude a conectar con los demás y a sentirnos cómodos en nuestra propia piel. Lo contrario de autoestima baja no es la autoestima alta, es la autoestima sana. Como hemos comentado la autoestima alta puede ser tan perjudicial o más que la baja.

Desde esta perspectiva, contamos con técnicas que inciden en los aspectos clave anteriormente mencionados:

  • Cognitivos: se articulan con el fin de modificar las autovaloraciones, los juicios y las creencias que cimentan la visión distorsionada de uno mismo y que retroalimentan el malestar emocional. Es común utilizar técnicas de la terapia cognitiva de Beck, la terapia racional-emotiva de Ellis o la terapia de esquemas de Young.
  • Emocionales: Se trata de técnicas que intentan promover respuestas emocionales menos extremas y más proporcionadas, contribuyendo a un desarrollo más armonioso y a una mejor relación consigo mismo. Se utilizan estrategias experienciales como ejercicios de mindfulness, de fusión, de fomento de la autocompasión, o el entrenamiento en memorias competitivas (COMET).
  • Conductuales: se orientan a identificar y cambiar los comportamientos que perpetúan los problemas de autoestima, puede incluir el entrenamiento en habilidades (asertividad, mejora de la competencia social y de la efectividad interpersonal, etc.), o

Los listados de cualidades y el afrontamiento programado de éxitos, aunque se han utilizado tradicionalmente, se han mostrado ineficaces y no se recomienda su uso.

Preguntas frecuentes:

¿Cuánto tiempo dura el tratamiento para la autoestima?

La autoestima se trata cuando es el problema principal de las dificultades de la persona o cuando se determina como un factor de vulnerabilidad de alguna patología, por ello, la envergadura de los tratamientos oscila desde unas pocas sesiones a programas terapéuticos más exigentes con una duración más prolongada en el tiempo.

¿Puedo trabajar mi autoestima sin ayuda profesional?

Por supuesto, de hecho, es algo todos hacemos de una forma y u otra. De lo que se trata es de cuidar nuestra autoestima en la vida cotidiana, fomentando la autoestima sana. La ayuda profesional está indicada cuando el malestar derivado de los problemas de autoestima se mantiene en el tiempo y produce perjuicios en nuestro bienestar y/o en nuestro funcionamiento.

¿Es normal tener altibajos en la autoestima?

No es sano que la autoestima se mantenga estática independientemente de nuestras circunstancias vitales, las fluctuaciones nos permiten actualizarla y son una oportunidad para el crecimiento personal, sin embargo, si los altibajos son muy pronunciados o interfieren de forma significativa con nuestro funcionamiento, puede estar indicada la búsqueda de ayuda profesional.

¿Necesito un psicólogo especialista en autoestima en Valencia?

Para el abordaje serio y riguroso de los problemas de autoestima es fundamental que tengan formación y experiencia, así como la certificación como profesionales sanitarios (habilitación como psicólogo general o como psicólogo especialista en psicología clínica). Para establecer el diagnóstico es necesario ser especialista en psicología clínica.

¿Qué puedo hacer para mejorar mi autoestima?

Es importante la autobservación para valorar patrones de reacción, y así poder disponer de información valiosa para reforzar la autoestima. En general, podemos afirmar que fomentar el autocuidado, por ejemplo practicando ejercicio, cuidando la salud, la alimentación, generar situaciones de competencia personal diarias, forzar la realización de actividades agradables diariamente, y también fomentar relaciones interpersonales de apoyo, por ejemplo participando en un hobby como pintar en lugares a los que acuden otras personas, y a partir de ahí generar relaciones sociales para otras actividades, o cuidar de las relaciones significativas. Las relaciones importantes podemos valorarlas como plantas a las que cuidar. Deberemos regarlas, abonarlas, revisar las hojas, trasplantarlas de maceta, mimarlas.

¿La baja autoestima afecta más a adolescentes y a jóvenes?

La investigación ha mostrado que la autoestima tiende a distribuirse en forma de u invertida a lo largo del ciclo vital, es decir, la frecuencia de personas con una autoestima global óptima aumenta con la edad, pero vuelve a decrecer en la ancianidad. La niñez y la adolescencia incluyen el desarrollo de la identidad y de la autoestima por lo que es normal que se produzcan fluctuaciones, que pueden considerarse una oportunidad para cultivar y fortalecer una autoestima sana, ni alta, ni baja. Para ello, es necesario que los niños afronten desafíos, aprendan a establecer relaciones de calidad, toleren la imperfección, evitar las valoraciones globales a partir de un comportamiento específico, etc.

¿Las mujeres tienen más problemas de autoestima que los hombres?

Los resultados de la investigación no permiten afirmar ese extremo, por lo menos en lo que respecta a la autoestima global. No obstante, sí parecen haber diferencias de género en diferentes dimensiones específicas.

¿Qué impacto tiene el amor propio en la autoestima?

El afecto hacia uno mismo es un aspecto de la autoestima, pero la autoestima sana implica además autovaloraciones y conductas de autoafirmación y autocuidado.

¿Puedo recibir terapia para la autoestima online?

Sí, nuestros psicólogos ofrecen terapia online, una opción cómoda y efectiva para trabajar en la autoestima desde la seguridad de tu hogar.

Si desea consultar por problemas de autoestima, asegúrese de hacerlo con profesionales expertos, rigurosos y debidamente acreditados para trabajar en el ámbito de la salud mental.